sábado, 26 de julio de 2014

EN TREN DE MANCHESTER A LEEDS

Sara Leo me comenta que ella vivió en Hudersfield y su hijo Jorge nació allí. Esto me trae más recuerdos de mis andanzas por el Norte de Inglaterra: de Manchester a Leeds.

Estos últimos cinco años, he cogido muchas veces el Transpenine Express: el tren que une Manchester y Leeds, cruzando por los Penines, las montañas que dividen Lancashire de Yorkshire. Hudersfield es la estación principal, entre ambas ciudades.

El viaje es inolvidable. Dura una hora.

El tren atraviesa un corredor histórico, entre esos dos condados históricos. En la Edad Media, se construyó un camino, siguiendo los ríos que atravesaban las Penines; en el S. XVIII, un canal, que permitía el transporte de manufacturas y bienes hasta el mar y entre las ciudades; en el S. XIX, la línea de ferrocarril, que aún hoy funciona a pleno rendimiento. Miles de personas se desplazan por ese corredor, cada día.

El tren va pasando por el verdísimo y amplio valle, junto al canal  y el río. Se ven las Penines, en los lados: las faldas verdosas, a veces boscosas; las partes altas peladas y de color rosáceo. Detrás, el Peak District Nacional Park.

Medio tapadas por los frondosos árboles, van apareciendo las pequeñas ciudades industriales del recorrido. Verdaderos modelos de arqueología industrial. Se van viendo esas típicas ciudades, creadas en el S. XIX, como pequeños proyectos de bienestar colectivo.

Aquí se creó la industria moderna; aquí se produjo la primera Revolución Industrial. Se instaló la primera maquinaria textil, que aprovechaba la fuerza del agua del canal y del río, y se usaba el agua para las tareas de lavado de los tejidos.
 
Vamos viendo la fábrica y los almacenes, junto al canal o la carretera. Varias iglesias neogóticas: anglicanas, presbiterianas, unitarias. En alto, las grandes casas de los propietarios de la industria. Alrededor del río o en las faldas de las colinas, las colonias de los empleados. Todo perfectamente organizado, conservado como hace cien años.


He recorrido este paisaje. Con todo tipo de climas. Lluvioso o soleado en Primavera u Otoño, con Alex Benavente. Nevado en Invierno, con Mònica López. Azul y brillante en Verano, con Jordi Farré. En cualquier época, ofrece siempre esa belleza salvaje pero cuidada del paisaje. Se ve siempre, además, el esfuerzo del hombre por mejorar la vida natural. Y la tradicional combinación británica de trabajo, sentido práctico, y amor a la belleza y al arte. 

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REMBRANDT VAN RIJN

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