ILLUSIONS PERDUES de Honoré de Balzac y GREAT EXPECTATIONS de Charles Dickens
pueden considerarse dos novelas paralelas. Aunque muestran las diferencias
entre los dos autores y entre las sociedades que retratan: Francia hacia 1840 y
Gran Bretaña hacia 1860.
ILUSIONES PERDIDAS
INTENTO FRACASADO DE TRIUNFAR EN SOCIEDAD
Honoré de Balzac publicó las tres novelas que componen ILLUSIONS PERDUES (LES DEUX POÈTES, UN
GRAN HOMME DE PROVINCE À PARIS y ÈVE ET DAVID), entre 1837 y 1843. Forman parte
del vasto conjunto de novelas, que Balzac agrupó en su COMMÉDIE HUMAINE,
concretamente, entre las SCÈNES DE LA VIE DE PROVINCE.
ILLUSIONS
PERDUES narra los intentos por
triunfar (y el fracaso) de Lucien
Chardon, joven francés de provincias, que viaja a París en busca de gloria
literaria y triunfo social. Sus esperanzas se ven frustradas por el mundo
editorial y periodístico. Su afición al lujo y el fasto cortesano le arruinan.
Sus “Ilusiones” acaban “perdidas”, como
las de tantos jóvenes de clase media con aspiraciones literarias y sociales …
Como Balzac. En contraste con ese fracasado
recorrido, en busca de gloria, riquezas y posición, Balzac evoca el
modelo de virtud provincial e industriosa, que es la familia de Lucien: su
hermana Ève y David, el marido de ésta, burgués inventivo, trabajador y generoso ... que también se arruina.
GRANDES ESPERANZAS
O LA HONRADEZ RECOMPENSADA
Charles
Dickens escribió GREAT EXPECTATIONS
en 1860 y 1861. La publicó, en una revista literaria, por capítulos semanales. La
historia tiene elementos autobiográficos.
GREAT EXPECTATIONS narra el camino, lleno de dificultades y de sorpresas,
de un niño (y después joven) de clase artesana de provincias, Philip Pirrip,
para escalar en la vida social británica de mediados del S. XIX. Sus intentos
por tener un trabajo honrado, entre la burguesía comercial e industrial de los “condados”,
primero, y en Londres, después, dan resultado. Sus buenas acciones
desinteresadas le traen premios inesperados, que le permiten afianzarse en una
posición media. Sus “esperanzas” acaban siendo “grandes” realidades.
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