miércoles, 9 de septiembre de 2015

SENSACIONES DE HUNGRÍA (3) : DIFERENTES HOTELES, DISTINTAS HUNGRÍAS

Nuestros hoteles eran tan distintos, como las ciudades y zonas que visitamos. En el austracista Trans Danubio del Norte, conventos católicos, transformados en algo parecido a paradores, con buen gusto y elegancia; la Iglesia, siempre tan práctica …


Alrededor del Lago Balatón, grandes hoteles, aún de régimen soviético, o pensiones familiares; no acostumbrados a las exigencias de comodidad occidental. 







Tuvimos más suerte en la meridional Pecs: un antiguo mega-hotel, transformado en moderno, cómodo y funcional; el gran tamaño de las habitaciones era lo único que recordaba su pasado soviético.



En el montañoso Norte, pequeños hoteles familiares, con todas las comodidades (incluida piscina), que harían buen papel en el Pirineo catalán o navarro. 
Por fin, la Gran Llanura nos dio la sorpresa: comodísimo y moderno hotel, junto al lago y con piscina; lleno de jóvenes familias de ejecutivos agresivos húngaros; a precios increíbles.

En medio de esta diversidad de paisajes, ciudades, hoteles, siempre había tres cosas en común. El calor extremo, sólo algo mitigado en las montañas -el clima continental se hacía notar; el culto al agua; y las noches de verano. Hablaré de agua y noche, el Jueves y el Viernes. 

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REMBRANDT VAN RIJN

REMBRANDT VAN RIJN