sábado, 13 de mayo de 2017

VICTORIA DE MACRON EN FRANCIA ... ¿VENGANZA DE ALAIN POHER?

Las recientes elecciones presidenciales francesas, con el encumbramiento y victoria de Emmanuel Macron, de centro izquierda liberal, me ha evocado la ya remota elección presidencial de 1969. En ella, Alain Poher, anciano senador sin partido se enfrentó al gobierno y al aparato del partido gaullista, en el poder … Acabó perdiendo.


El General De Gaulle, Presidente de la República desde 1958, quiso contrarrestar los levantamientos de 1968, y convocó un referéndum, para consolidarse en el poder. Lo perdió y dimitió. Hubo que convocar elecciones presidenciales.

El candidato de la derecha gaullista (en el poder desde hacía 10 años) fue el Primer Ministro Georges Pompidou, catedrático de Literatura y banquero, antes de ser político. Había candidatos de todos los colores: socialistas, radicales, izquierdistas, comunistas … y un candidato centrista, Alain Poher, Presidente del Senado.

Frente al poder gaullista, Alain Poher, democristiano sin un partido detrás, logró agrupar a los minoritarios y desorganizados políticos centristas: democristianos, liberales, radicales … Dio la sorpresa, en la primera vuelta: quedó segundo (23%) frente al conservador Pompidou (44%).


Como ahora, el candidato de la izquierda radical (entonces, el comunista Duclos) obtuvo muy buen resultado: 21%. Como ahora, el partido socialista oficial (SFIO) también se hundió: el mítico Gaston Deferre, alcalde de Marsella, sólo consiguió el 5% y el socialista heterodoxo Michel Rocard el 3%.

En la segunda vuelta, Alain Poher fue apoyado por toda la oposición: centristas varios, socialistas … menos por los comunistas, que preconizaron la abstención. Parecido a lo que pasó ahora. Pero con resultado muy distinto. En la segunda vuelta, ganó Georges Pompidou, con el 58% de los votos, frente al 42% de Poher … Éste habría ganado, si los comunistas le hubiesen votado; eran aquéllos, tiempos de férreas disciplinas leninistas.

Esa es la gran diferencia, entre ambas elecciones, 1969 y 20017, creo. El ultra-derechismo de Marine Le Pen ha empujado a parte de los electores gaullistas a votar a Emmanuel Macron, junto con liberales, centristas, radicales y socialistas … y algunos votantes de Melenchon, que han desoído las consignas … Vivimos tiempos de voto muy libre …


Está claro que no es lo mismo, en absoluto, la ultra Le Pen que el gaullista Pompidou. Pero sí es cierto que, en ambos casos, la alternativa renovadora y no tradicional estaba representada por un centrista independiente.

Pienso que Alain Poher se habrá revuelto en la tumba, pensando en que su joven “heredero” liberal, laico y moderno, ha conseguido lo que él no logró: imponerse al aparato de los partidos tradicionales.

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REMBRANDT VAN RIJN

REMBRANDT VAN RIJN